En Grupo Amygo no realizamos transportes de mascotas, pero te damos algunos consejos para que su traslado sea lo más amigable posible.
Cuando afrontas un cambio de residencia o traslado de empresas, vas a tener que preocuparte de algunas cuestiones que no figuran estrictamente en el presupuesto para la mudanza. Las empresas de mudanzas te van a facilitar los trámites del transporte de pertenencias, pero hay otros asuntos que dependen más de tu actitud. Uno de ellos es llevar a cabo la mudanza con un perro como mascota. Has de ser sensible a los comportamientos del animal, que, como sucede contigo, se va a ver afectado por los acontecimientos.
Por lo tanto, te van a venir bien algunos consejos para evitar que el proceso de mudanza derive en sensaciones estresantes tanto para tu mascota como para ti. En primer lugar, has de tener en cuenta que una mudanza con perro de por medio resulta menos problemática que la que tengas que realizar, por ejemplo, con un gato.
Una de las costumbres que ayudan a mitigar los nervios ante una mudanza es jugar con el perro e intentar mantener las rutinas habituales. Es importante que el animal no note excesivas alteraciones, ya que podrían suponer trastornos para él. Por consiguiente, no cambies las horas de sus rutinas. La alimentación, a las mismas horas de siempre, podrá adaptarse a las circunstancias especiales de la mudanza. Vale la pena que los perros tomen comida blanda y de fácil digestión.
No queremos que las situaciones de nervios puedan degenerar en diarreas y vómitos. Asimismo, ten a mano una cantidad suficiente de sus medicamentos más habituales, ya que pueden surgir imprevistos o es posible que la mudanza se alargue más de lo esperado. Un chequeo previo por parte del veterinario de confianza también es una precaución que debes tener en consideración.
Por otra parte, cabe la posibilidad de que vayas a realizar mudanzas al extranjero. En este caso, has de conocer la legislación sobre animales del país de destino y los trámites administrativos que has de efectuar en aeropuertos y aduanas para el traslado de tu mascota, por ejemplo, en un trasportín.
Y ya sabes que en todos los viajes también hay escalas. No has de dejar a la improvisación los momentos de descanso de tu perro. Sobre todo, no debes someter al animal a temperaturas extremas.
Él también necesita relajarse y hacer sus necesidades en condiciones. En este último aspecto, habrás de tener preparado tu kit de limpieza. No olvides tus obligaciones cívicas. En definitiva, un perro es un compañero fiel, por lo que has de tenerlo muy en cuenta a la hora de afrontar tu mudanza.